La mujer saharaui, a diferencia de otras tradiciones culturales de su entorno geográfico y religioso, tiene un papel muy importante y cada vez más igualitario en la sociedad. Representa el 65% de la población y son las encargadas de la educación de los hijos, la protección de la familia y la comunidad, muestra de hospitalidad y transmisión de su cultura y valores.
Con los hombres en la guerra en el Sáhara, fueron las encargadas de construir el entramado de los campamentos, desde la construcción de las jaimas hasta la designación de actividades para reactivar la vida comunitaria, participando libremente en todas las áreas, convirtiéndose así en la pieza fundamental de la comunidad saharaui.
Este factor histórico repercute directamente en la gestión de la vida pública local: en la actualidad, todos los jefes de los barrios son mujeres.
En el ámbito político, el 30% de las mujeres son miembros del Parlamento de la auto-proclama RASD y el porcentaje es el mismo entre los responsables de daira.
Sin embargo, apenas hay mujeres que ocupen puestos de responsabilidad dentro de la administración, las ONG o en el microcosmos del sector privado (pequeños comercios, taxis, etc.). Aunque, sobre el terreno, las mujeres suelen ser más activas en los programas de distribución de ayuda (sensibilización, control), en los de salud (parteras) y en los de educación.
La capacidad de organizaciónde la población civil, constituyen uno de los pilares de esta sociedad, que cada día adquieren más importancia en los campamentos: Asociaciones como UJSARIO (Unión de jóvenes), UESARIO (Unión de estudiantes), o la UNMS (Unión de mujeres) son algunas de ellas. Sus objetivos van de la creación de espacios de diálogo a la realización de actividades de sensibilización y formación y el establecimiento de redes regionales.
Pero aun así, son muchas las generaciones que han nacido en los campamentos, niños y jóvenes son los más afectados en este conflicto. Es muy difícil para ellos tener el sentimiento de pertenencia hacia una tierra que nunca han pisado, una patria de la que les hablan pero nunca han podido conocer. Ese desarraigo es causa de falta de expectativas e ilusiones. Por mucho que puedan formarse, no hay trabajo, no hay futuro y mientras, hay una tierra arrebatada y plena de posibilidades de desarrollo de la que no pueden disfrutar.
Los campamentos están organizados en cinco wilayas que a su vez están divididas en dairas y éstas en barrios; las wilayas El Aaiún, Smara, Auserd y Bojador, distan entre 30 y 40 km de Tindouf, ciudad argelina más cercana, mientras que la de Dajla se sitúa a 200 km al sur.
WILAYAS |
AAIÚN |
SMARA |
AUSERD |
DAJLA |
BOJADOR |
DAIRAS |
Dechera | Farsia | Zug | Bir Nazaran | Acti |
Amgala | Chderia | Agüenit | Ain Lbaila | 27 de febrero | |
Guelta | Hausa | Tichla | Glaibat Lufula | Limsit | |
Bucraa | Bir Lehlu | Güera | Bojador | ||
Hagunia | Mahbes | Bir Ganduz | Um Draiga | ||
Daora | Tifariti | Miyek | Argub | ||
Yraifa |
Todo adulto de los campamentos debe pertenecer a uno de los cinco comités existentes, tanto a nivel local, provincial y nacional. Estos comités (divididos en subcomités para tratar distintas áreas temáticas) son los siguientes: